domingo, 28 de enero de 2007

Desconcertada...

"Regresé al hotel. En la recepción, el lugar del muchacho doliente estaba ocupado por una joven turca de ojos negros. Al verme, su rostro adquirió una expresión en la que la tentadora sonrisa profesional destinada a atraer a los turistas se veía contenida por el mandato de la tradición que, ante un hombre extraño, exigía seriedad y circunspección [y . y desgraciadamente, punto y final del trayecto]"

Ryszard Kapuscinski, Viajes con Herodoto.

No hay comentarios: